
ALL HALLOWS' EVE
Sr. Conductor, atienda por favor, va a tener que esperar a mi nieto diez minutos todos los días , porque sale tarde de la Academia.
Así hablaba esa voz horrible, arrugada como la cara de donde salía, que no puedo quitar de mi cabeza.
La Academia era el nombre con el que la abuela del niño de un tamaño mas grande de lo normal que se escondía tras unas gafas acorde con su envergadura , bautizaba a lo que para nosotros era el Repás.
Detrás de una palabra pretenciosa se escondía la cruda realidad de haber suspendido el curso y la necesidad de pasar el verano yendo a clases, por burro, por haber perdido el tiempo, por no dar mas de sí a pesar del bocadillo de jamóndulce que cada día llevaba para almorzar a las clases de natación, mientras los simples mortales llevábamos un trozo de pan con un cuadret de chocolate; un plátano que cambiaba de color con el sol , como la gente; o nada : guarda el hambre que luego en casa no comes.
Pero para Josémanuel (igual que su nombre no era Pepe o Manolito como el de los demás, y su abuela no era la masmejor como las nuestras) las clases en verano eran la Academia. La sombra del fracaso nunca iba a planear sobre ese campo de aviación que era su cabeza , ya se encargaría de eso la coronela que lo llevaba de la mano hasta el autobús como si arrastrase un oso de circo .
Nadie quería a Josémanuel por feo, porque nunca sonreía , por su abuela y por el bocadillo protegido por papelalbal. Nuestro trozo de pan con el chocolate incrustado dentro iba envuelto humildemente en una sabana santa de papel cebolla ,el mismo que utilizábamos para calcar dibujos.
El abría el sudario plateado como si descubriese a un miembro de la Academia que estuviese hibernando para la posteridad , y se comía el pan con jamóndulce con una mirada de superioridad que las lupas que llevaba en ojos aumentaban hasta dar miedo.
La crueldad en esa edad era perdonable porque nadie nace enseñado a ser malo y aun no habíamos aprendido, solo ocurría que el instinto crea aversión hacia lo extraño, los ojos inocentes no ven el alma , ven el exterior , y la manada por selección natural excluye al elemento discordante.
No reír, no correr, no saltar, estar callado , "asistir" a una "Academia" y el papel de aluminio, eran motivos que justificaban la exclusión.
Y él nos odiaba, por sentirse excluido, por su abuela que lo avergonzaba, porque quería chocolate o porque llevaba un bañador granate subido hasta los sobacos ... yo que se.
Ese día tocaban saltos de trampolín. Oscar era muy buen saltador, además de muy guapo y el mas hábil conductor ( con una mano!) en los autosdechoque Aznar : era un líder en ciernes, o quizás, sabiendo ahora la época que nos toco vivir después, solamente fuese un yonqui potencial.
Su pelo demasiado largo para los canones y la edad, le daban un aire de pequeño canalla que despertaba admiración entre los demás chavales, y suspiros en nosotras que empezabamos a avergonzarnos de los calcetines largos y soñabamos con medias transparentes de tallas que no existían.
Oscar saltaba de cabeza, de lado, subía hasta el 3 trampolín de piedra y no tenia miedo, entraba en el agua como un clavo, los chicos aplaudían, las chicas sonreían esperando a ser la próxima en sentarse a su lado en los autosdechoque . Josémanuel miraba, solo miraba.
Luego le tocó a él, saltó del primer trampolín , el de los cagaos, sin sus gafas de culo de vaso apenas distinguía el borde y caía siempre como un trapo, de barriga, los chicos reían, nosotras ni siquiera dirigíamos la vista hacia él.
Oscar se paseaba orgulloso de su triunfo y todos alabamos sus proezas durante la hora de descanso , antes de la segunda ronda de saltos.
Tras las risas al lado de la tapia, volvimos a la piscina, Josémanuel como de costumbre no estuvo con los demás, se mantuvo alejado del grupo .
Luego lanzó el desafío a Oscar: a que no eres valiente de saltar una doble voltereta?
- Desde el 2on de pedra? Oscar era capaz de eso y mas.
-No, desde el de madera, para poder hacer palanca y saltas mas alto.
La voz de Josémanuel sonó extraña en medio de las risas.
-Que no?ara voreu...
Oscar subió muy seguro , su bañador turbo era como el de Mark Spitz, sabia que todos estábamos mirándole, no era la primera vez que iba a hacer eso , a pesar de que el profesor nos tenia prohibidas las volteretas y utilizar el trampolín de madera.
Pero el mestre no estaba en ese momento y había que aprovechar.
Corrió desde el final de las escaleras para tomar impulso, empezó a girar en el aire y cuando su cabeza estaba a la altura de la palanca los tornillos se soltaron y cayeron juntos al agua, la tabla y él.
La madera ,como tiene que ser, flotó hasta la superficie teñida de rojo.
Todos lloramos y por un segundo Josémanuel enseñó los hierros de la boca en lo que ahora tras el paso de los años he comprendido fue una media sonrisa.
Los tornillos habían cedido por el uso, nunca volvió a haber clases de natación, Josémanuel no creció mas, y su tamaño a excepción de la cabeza no fué superior al nuestro.
Hizo oposiciones y escuché que "hace" de juez en el país de nunca jamás.
Posiblemente el pobre Oscar , se libró ese día de sufrimientos posteriores.
Y a mí no me traumatizó este asunto, ni me llevaron a psiquiatras , pero no me gustan las piscinas públicas.
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