dissabte, d’agost 11, 2007


EL CIRCO

Por detrás de mis orejitas, a través de la ventana abierta , entra el sonido de la Banda tocando música de Circo. No sé si es una música compuesta exclusivamente para esto, siempre me han parecido marchas militares estas bandas sonoras . Y no estoy hablando de las músicas du Cirque du Soleil , digo las de toda la vida. De payaso rico y pobre. De elefantes anoréxicos y caballitos malpeinados, de Pinito del Oro y Charlie Rivel. El mayor espectáculo del Mundo .
Nunca había ido al circo, la mamá cuando venían al pueblo siempre decía que íbamos a coger "miserias", y yo no protestaba , porque raramente discuto , menos cuando era pequeña y encima hermana del medio .

Ahora suena Candilejas :son palabras mayores.

Recuerdo escaparme a ver las caravanas al Paseo marítimo y pensar con pena que esos niños no sabrían leer porque no iban al colegio, eso me causaba malestar.

Una tarde de agosto en que yo ya era casi tan mayor como ahora y vivía en las montañas , llegó un circo al pueblo. Era el mas precario que nunca vi. Llevaban una furgoneta , un coche con un remolque y un burrito dentro, iban cargados de "cosas".
Vinieron a pedirme botellas de cristal vacías para su espectáculo: -señorita va usted a cobrarse lo que sea menester-.
Les dimos muchas y de varios colores ! yo ya estaba contagiada por el entusiasmo que traian al tedio rural, lo confieso. Las hicieron añicos a pedradas para que el señor que intuí sería el cabeza de familia se acostase sobre los vidrios rotos y demostrar así su resistencia al público. Eran una verdadera "troupe": los abuelos , los padres , hijos, algún pariente y el burro .
El mismo que utilizaba los envases de bacardi como colchón también hacia de lanzador de cuchillos , la madre que escuchaba el silbido del acero al clavarse en la plancha de corcho junto a su cuello ,era quien impregnaba de gasolina un arito de hierro y le pegaba fuego , para que saltara entre las llamas azules un perrito bien ordenado por uno de los hijos pequeños , y supongo que era ella (o la abuela) quien cocinaba y lavaba la capa del forzudo partidor de ladrillos . La misma mano que partía los ladrillos luego sujetaba un saxofón de mentira , saliendo de la manga de un traje de lamé casi sin brillo .
El abuelo era el director de la banda , mejor dicho: era la banda entera.
El primo hacia malabares puesto de pie sobre el burro , ambos totalmente conformados con su destino.
Y al terminar la función , los niños " pasaron el plato "mientras la hija guapa daba las gracias cantando a pelo sin micro , y se despedía de tan cariñoso público prometiendo volver el año que viene.

Me escapé , como hacia de pequeña , por eso puede ver la función que a pesar de la escasez de medios me pareció original y mágica , era algo surgido de tiempos medievales, los antiguos cómicos y saltimbanquis que iban de pueblo en pueblo alegrando la vida de las gentes ( y llevando "miserias"claro ). Eso es impagable, transportarte de repente a tiempos antiguos, a los cuentos !! estaba convencida de que de vuelta iba a encontrar a la hada de Pinocchio en los callejones oscuros .

Pues bien , al parecer poca gente vió lo que yo ví . Porque se levantaron sin aplaudir y casi nadie dejó una moneda en el plato.
No se si más me produjo dolor o vergüenza este hecho. Dolor porque esa gente habían estado trabajando para nada y vergüenza de que alguien me incluyese en esa comunidad de brutos.

Pagué mi entrada como hacemos la gente cuando asistimos a un espectáculo , nos haya gustado o no , y volví a los fogones triste y enfadada. Al hada azul no la pude ver ...

Pero la historia no acabó aquí. En los pueblos pequeños las ventanas tienen oídos y cualquier palabra puede escucharse desde ellas , solo has de asomarte al silencio de la noche y esperar a que salgan los vampiros a pasear sus miserias.
Los "ilustrados" son hijos de pastores que emigraron a la capital y hoy tienen esplendorosos títulos académicos que les sirven (entre otras cosas) para "educar" a nuestros jóvenes en las universidades . Pues bien, mi ventana oyó una de sus conversaciones esa noche, estaban "disertando cultamente " sobre lo que acababan de ver, ofendidísimos porque les "PRETENDIAN COBRAR ! . No tenen vergonya estos gitanos. On anirem a parar? " . Sus burlas , risas y desprecios eran tan desagradables y ofensivos que pensé : válgame dios, si algún día le toca un insensible de estos como profesor a mi hija van a convertirla en un monstruo, puede que aprenda las lecciones, yo no cuestiono las capacidades de ningún profesional, pero valores y respeto no va a aprender ninguno .

La troupe acampó y paso la noche en el patio de la escuela como si lo hiciesen para convencerme de que si asistían al colegio los niños del circo y al día siguiente antes de que apretara el sol los vi subir la cuesta camino de Torremiró, despacito, con la furgoneta , el coche, el remolque , el burro y la fantasía.

Los "ilustrados" tuvieron tema de burla y risas durante un tiempo, y mi repulsa hacia ellos fue increscendo, hasta que un día llegó al Forte, Fortíssimo
... pero eso es otra historia .

Esta solo es la historia del único circo que he visto .

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