تونس

Ahora que esta pasando algo terrible, quiero contar a modo de homenaje para esa gente que sufre, mi especial relación con Túnez, pero no se por donde empezar.
No se que está pasando ciertamente alli, pensaba que era el mas europeo de los paises del magreb, y sigo creyéndolo pero recibo mails de amnistía internacional donde se cuestiona la "prohibición" para las mujeres de cubrirse el cabello con velo, se cuentan cosas de represión policial y falta de libertad de expresión. Y se dice que los muertos en los enfrentamientos desde que se inmoló un joven pueden pasar de 80. Que si la familia presidencial ha huido y se han llevado el oro.
Se habrán llevado el que pesa, el que solo vale para comprar cosas, porque el oro de los atardeceres en las dunas, ese que alimenta el alma de quien lo presencia , no creo que puedan llevárselo.
Túnez es como las rosas del desierto, una especie de flor que no lo es ...o quizás si. Un sitio donde improvisar un horno en la arena y hacer pan. Donde ver la luna mas grande salir entre miles de estrellas. Donde un jefe de policía te invita a en su casa a nescafé y te mira descaradamente durante minutos interminables mientras tu miras de reojo su ordenador nuevo y su sofá de piel blanca cubiertos por un plástico para que sean siempre nuevos. El país de los amaneceres helados en la terracita del bar de Longo antes de que acudan los autobuses de rusos a disfrazarse de tuaregs y romper el silencio subidos en camello.
La patria de los escorpiones entre las sabanas de Kasar Ghilane, de las paredes de ladrillo en Tozeur y las alfombras de Kairouan, las playas de Hammamet, de los pimientos picantes secándose perezosos al sol y los dátiles frescos y dulces recién cogidos en un oasis de Douz, de los atardeceres infinitos del Borma y los barcos perdidos en el chott, de la sal que quema los ojos, de la dulzura de la mermelada de higos y la textura crujiente de los briks. Del parmesano y la cerveza en Tieret, de los dinosaurios y la piscina del Sangho donde te puedes bañar vestido. De los trogloditas de Matmata.
De los amigos , de la aventura, del calor y la sed. De Kelibia donde vivia un benicarlando, de Sidi Bou said y sus balcones azules. De Cartago y sus reliquias.
País de funcionarios de turismo grises bajo un traje gris y una cara gris, de la sorpresa por saber que sabes mas francés del que sabias, de las interminables colas para subir al barco, de las risas y llantos, del café infame y el té extraordinario. De los burros y ovejas, los pozos y los espejismos.
De tantas cosas hermosas aderezadas con el perfume del jazmín y la menta.

Duele ver que esto se deshace, pensar que puedan brotar integrismos y la inseguridad rompa el equilibrio ..deseo que todo se arregle, por el bien y la felicidad de esa gente hospitalaria y gentil con los extranjeros.



y porque para mi siempre será el país de los enamorados.